¿Qué es texto y cómo
se compone?
Con origen en el latín textus, la palabra texto describe a un conjunto de
enunciados que permite dar un mensaje coherente y ordenado, ya sea de manera
escrita o a través de la palabra. Se trata de una estructura compuesta por signos y una escritura determinada
que da espacio a una unidad con sentido.
Cada texto posee una cierta finalidad
comunicativa: por medio de sus signos busca transmitir un cierto mensaje
que adquiere sentido de acuerdo a cada contexto. La extensión del texto es muy
variable, desde unas pocas palabras hasta millones de ellas. De hecho, un texto
es virtualmente infinito.
Más allá del concepto básico (el
texto como unidad de sentido), el mismo término permite hacer referencia a
cosas bastantes distintas entre sí. En este sentido, un libro completo, una
frase de un periódico, un chat a través de Internet y una
conversación en un bar incluyen textos.
Las características
estructurales de los textos son todos aquellos elementos que definen
un texto como
tal. Estas se dividen en:
Características externas. Son
aquellas que se observan a simple vista sin necesidad de leer el texto y se
refiere a la distribución del contenido (párrafos)
y el esquema de presentación
Características internas. Estas
son aquellas características que se observan al leer un texto tales como
la objetividad, subjetividad,
marcas textuales, modos discursivos y
prototipos textuales.
- Objetividad se refiere a la cualidad por
la que la redacción de los textos debe ser ajustada a un tema, contener lo
más importante y ser coherente.
- Subjetividad es la cualidad por la que un texto
contiene lo que quiere transmitir el escritor estampando
su estilo y opinión singular.
- Marcas textuales son:
Modalizadores que es
el estilo personal o la especificación de los hechos a los que se refiere.
Léxico utilizado
si es coloquial, culto, vulgar, técnico, etc.
Morfosintaxis es la
manera de escribir las oraciones simples o compuestas, la selección del tiempo
de los verbos.
Conectores son
las conjunciones coordinadas, preposiciones.
Contexto se refiere
principalmente al tiempo y espacio en que se desarrolla.
Sinónimo
Del latín synonymus,
el término sinónimo es un adjetivo que se utiliza para
expresar que un vocablo tiene una misma o muy parecida significación
que otro. Dos palabras son
sinónimos, por lo tanto, cuando significan lo mismo.
La relación semántica de
identidad o semejanza de significados se conoce como sinonimia.
Cabe destacar que los sinónimos pertenecen a la misma categoría gramatical. Es
posible distinguir entre los sinónimos estrictos y los sinónimos
contextuales.
Los sinónimos estrictos
son aquellas palabras que tienen exactamente el mismo significado en cualquier
contexto. Los términos en cuestión, por lo tanto, son intercambiables. Por
ejemplo: marido / esposo (“Estoy esperando
que llegue mi marido de trabajar para ir a hacer las compras”, “Estoy
esperando que llegue mi esposo de trabajar para ir a hacer las compras”).
Los sinónimos contextuales,
en cambio, son las palabras de significado equivalente en determinadas
situaciones: camino / vía (“El camino
hacia la playa está clausurado”, “La vía hacia la playa está
clausurada”, “Estuve un tiempo lesionado: hace mucho que no camino
tantas cuadras”, “Te envío un regalo vía tu madre”).
No obstante, tampoco podemos
olvidar lo que se da en llamar sinonimia de connotación. Este es una expresión
que se utiliza para hacer referencia a todos aquellos términos que están
relacionados entre sí de manera clara pero cuya “unión” está sujeta a
valoraciones subjetivas. Eso se traduce en que desaparezca lo que es el
significado objetivo.
Otros sinónimos son variantes
dialectales, cuyo significado es el mismo aunque ciertas palabras no son de
uso frecuente en una comunidad lingüística: carro / coche / auto / automóvil.
También existen sinónimos de
significado similar aunque con diferencias de grado: llovizna / lluvia / diluvio. Estos sinónimos tienen
distinta intensidad. La llovizna es una precipitación ligera, la lluvia implica
una mayor cantidad de agua y el diluvio es una tormenta de máxima intensidad.
Expresiones como “El día del viaje llovió muy fuerte” o “El
día del viaje hubo un diluvio” son sinónimas.
Accidentes
gramaticales
Se denomina así en la gramática
tradicional a la modificación que las palabras variables de la oración
presentan en su forma para expresar las diferentes categorías gramaticales.
Entonces, los accidentes
gramaticales se refieren a los cambios que sufre una palabra en
cuanto a su género y a su número.
Los accidentes permiten que
exista concordancia entre las partes variables de la oración.
En castellano, las palabras que
varían son: el sustantivo, el adjetivo, el pronombre, el artículo y el verbo.
El accidente gramatical puede
afectar a la estructura de la palabra, si cambia la forma del vocablo (en los
pronombres personales); al modo de expresión, al utilizar preposiciones según
los casos; o al significado.
Toda palabra está constituida por
dos partes: lexema y morfema. El lexema es la raíz de la
palabra, la cual le da el significado a la palabra. El morfema es la desinencia,
es decir, su terminación.
En algunos casos el sustantivo no
tiene como accidente gramatical al género. La palabra perdiz y la
palabra problema no tienen nada que les indique que son femeninos
o masculinos.
El adjetivo tiene
variación en el número, en su forma de singular y de plural.
Ej.: La cumbre está nevada.
Las cumbres están nevadas.
El barco es pesquero.
Los barcos son pesqueros.
No todos los adjetivos tienen
variación entre el género masculino y femenino.
Ej.: Un elefante grande.
Una muñeca grande
El verbo tiene morfemas verbales,
los cuales indican los accidentes gramaticales que posee Estos accidentes gramaticales
corresponden al cambio o modificación.
Analogías verbales
La analogía es
la semejanza o afinidad de relaciones existentes entre
dos pares de palabras. Esta semejanza emerge a raíz del proceso de comparación
y se consolida considerando los rasgos más importantes y notorios de dichas
relaciones.
La analogía está
presente en todas las esferas de la actividad humana. En consecuencia, si
queremos realizar una definición estricta en el ámbito del razonamiento
verbal, tenemos que deducirla de su sentido amplio.
Así, en términos generales,
significa "semejanza entre dos cosas distintas" y
se refiere a la similitud o afinidad de ciertos rasgos, formas o contenidos
entre algunos elementos de nuestra realidad.
Por ejemplo, la savia y la sangre son análogas o semejantes en cuanto ambas son fluidos naturales que circulan en el interior de plantas y animales, respectivamente, y trasportan los nutrientes para alimentarlos.
Por ejemplo, la savia y la sangre son análogas o semejantes en cuanto ambas son fluidos naturales que circulan en el interior de plantas y animales, respectivamente, y trasportan los nutrientes para alimentarlos.
También podemos notar cierta
semejanza entre dos realidades diferentes como la primavera y la juventud,
debido a que ambas aluden a etapas de plenitud, vitalidad y florecimiento de
plantas y personas, correspondientemente.
En el ámbito del razonamiento
verbal, la analogía conserva el sentido amplio que hemos
explicado. Sin embargo, ya no se refiere a la similitud de elementos o palabras
aisladas, sino a la semejanza existente entre relaciones de
palabras. Este es el sentido estricto que posee la analogía en
el ámbito de nuestra disciplina.
Palabras homófonas
La homofonía refiere
a aquello que comparte sonido con
otra cosa. En el ámbito de la lingüística,
se asocia a los términos que se pronuncian igual pero que tienen
diferente significado.
Las palabras homófonas,
por lo tanto, son aquellas que suenan de igual manera aunque significan
cosas distintas. Por ejemplo: “echo” y “hecho”.
En el primer caso, se trata de una conjugación del verbo echar (arrojar,
lanzar, despedir) mientras que, en el segundo, la palabra deriva del
verbo hacer (realizar, producir).